Ayer por la noche conocí a
una mujer chistosa y omnipresente
se llamaba MAGA, sin mala intención
o casi ninguno aliento
su caliente sangría
de deslumbramiento.
Hacía desde el primer
punto
la celebración
rincón,
alquería
mi casa
casilla
casilla
un juego
como la vida
rayuelita.
"Con la Maga hablábamos de patafisica hasta cansarnos, porque a ella también le ocurría (y nuestro encuentro era eso, y tantas cosas oscuras como el fósforo) caer de continuo en las excepciones, verse metida en casillas que no eran las de la gente (...)" Julio Cortázar
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